Zacatecas, Zac.- «Defendí mi alcoholismo en las garras de la locura y de la muerte; traía delirios de persecución, lagunas mentales, temblorinas, el diagnóstico de perder la vista en seis meses, deficiencia hepática y la mitad del cuerpo insensible».

Felipe, hombre de la tercera edad, uno de los primeros que en México formaron parte del Movimiento 24 Horas de Alcohólicos Anónimos (AA), da su testimonio ante miles de hombres y mujeres que, como él, se autonombran «enfermos alcohólicos».

Durante más de 20 años bebió todos los días y a todas horas. Sentía una gran necesidad de saciar lo que él llama «una sed alcohólica que atosiga».

Felipe sentía que la bebida era lo único que podía ayudarle a superar todo para poder vivir con los demás: los complejos de inferioridad, los temores, las inseguridades.

Llegó al punto de casi perder su patrimonio, su trabajo, su libertad. Aun así no quería dejar de beber. Al respecto reconoce: «No sabía que lo mío era una enfermedad incurable, progresiva y mortal».

Felipe tocó fondo: En medio de problemas de auditorías y situaciones legales llegó a AA: «Mis compañeros de Alcohólicos Anónimos me dijeron: aquí no pasa nada, pero si sales te entamban y ante esa situación me quede en el grupo, me integré».

Felipe fue uno de los tres mil participantes del XXXVI Congreso Internacional de Alcohólicos que se realizó en la ciudad de Zacatecas, recién nombrada «Capital mundial de la cerveza».

La capital de la cerveza es también la capital de uno de los cinco estados con el mayor consumo per cápita de bebidas alcohólicas de toda la República; donde 160 mil personas consumen alcohol habitualmente; donde el 95 por ciento de los accidentes viales son provocados por conductores ebrios; donde casi 400 personas mueren anualmente a causa de dichos accidentes

DOS MIL ADICTOS, 160 MIL CONSUMIDORES OCASIONALES

En el estado de Zacatecas también hay dos mil 400 alcohólicos, es decir, personas con una grave dependencia a las bebidas embriagantes, informó el responsable del Programa de Adicciones de la Secretaría de Salud de Zacatecas (SSZ), Iván Torres Cuevas.

El alcoholismo -explica- es una enfermedad crónico degenerativa que, como tal, no puede curarse, sólo controlarse mediante terapia psicológica, medicamentos y grupos de ayuda mutua como los de Alcohólicos Anónimos.

Aunque se desconocen las causas que provocan la necesidad de beber, es posible que la dependencia sea el resultado de una predisposición genética, una enfermedad mental, o una combinación de estos factores.

Lo que sí es claro, es que la influencia cultural y familiar puede ser decisiva: «Los niños piensan que es normal beber, porque ven a su papá bebiendo, además muchos le enseñan a beber a sus hijos con la intención de que no lleguen a ser alcohólicos, pero tristemente pasa lo contrario», comentó el funcionario.

Aunque la mayoría de los bebedores se ubican en el grupo de 20 a 40 años de edad, en la entidad en fechas recientes disminuyó la edad de inicio; antes la primera copa se consumía en promedio a los 14 años, hoy a los 12.

Así mismo, cerca de 160 mil zacatecanos son bebedores ocasionales que no presentan signos de adicción, lo cual coloca a la entidad por encima de la media nacional, así como entre los cinco estados con el mayor consumo per cápita.

Torres Cuevas explica que una peculiaridad de Zacatecas es la tendencia al consumo «explosivo» los fines de semana: «Los zacatecanos tenemos la mala percepción de que, sin alcohol, no hay diversión».

En una de estas borracheras -apuntó- cada persona consume en promedio, entre 10 y 16 cervezas.

ENFERMEDADES, ACCIDENTES Y MUERTE

Además de los efectos sociales y las alteraciones mentales, el alcoholismo puede causar la muerte de forma lenta o de forma inmediata.

Entre los daños lentos están: la irritación gástrica, las várices esofágicas, la colitis, y la gastritis, padecimientos que a la larga pueden ocasionar cáncer de estómago. También está la cirrosis hepática, y la exposición a enfermedades crónico degenerativas como la hipertensión, la diabetes y la insuficiencia renal

Entre los daños inmediatos pueden mencionarse: la exposición a riñas y otros actos violentos; la posibilidad de sufrir una broncoaspiración o una congestión etílica y, sobre todo, crece el peligro de verse involucrado en accidentes automovilísticos.

En Zacatecas, cerca de 380 personas mueren al año en accidentes automovilísticos, de los cuales más del 90 por ciento involucran a conductores que van bajo los efectos del alcohol, informó Alfredo Méndez Guerrero, responsable del Programa Estatal de Accidentes y Seguridad Vial.

Se trata de la principal causa de muerte en la edad productiva, es decir, entre 20 y 39 años, incluyendo todos los tipos de accidentes viales.

Son diversas las actividades que el Programa Estatal de Accidentes realiza para prevenir estas muertes. Una de ellas es el control de alcoholimetría en conjunto con la Dirección de Tránsito del Estado que realiza los operativos conocidos como «alcoholímetros».

Además a través de la Secretaría de Salud se tienen varios subprogramas de pláticas de sensibilización de cultura vial en todos los municipios, las cuales se imparten principalmente a la población abierta en los centros de salud que cuentan con promotores capacitados.

El alcohólico no tiene control sobre los límites de su consumo de esta droga, la cual puede comprarse prácticamente en cualquier tiendita de la esquina, restaurante o centro de diversión.

Tan sólo en el municipio de Zacatecas, hay 780 permisos activos para la venta y/o consumo de cerveza, así como 435 permisos para la venta y/o consumo de bebidas mayores a 10 grados de alcohol (vinos y licores).

Es un negocio muy redituable. Según informó el director de Ingresos del ayuntamiento, Ricardo Humberto Fernández Enríquez, durante los primeros cuatro meses del año, el municipio recaudó 4 millones 428 mil pesos tan sólo por la renovación de la mayoría de las licencias.

El fácil acceso a las bebidas embriagantes predispone a su consumo y, más tarde, al consumo de otras drogas que son ilegales.

El director de los Centros de Integración Juvenil (CIJ) en el estado de Zacatecas, Pedro Rodríguez de la Torre informó que durante el año pasado, se atenderon 379 jóvenes que consumen alcohol, mientras que este año ya son 143, de los cuales el más pequeño tiene sólo 12 años.

La mayoría de ellos son politoxicomanos, es decir, además de su dependencia a la bebida, presentan otras adicciones. Del total de pacientes que acuden para tratar alguna adicción, el 85 reporta consumo de alcohol.

En concordancia con los números de la SSZ, las estadísticas de los CIJ hablan de una tendencia al alcoholismo más marcada en las edades productivas, lo que tiene efectos directos en las empresas y en la vida laboral.

De acuerdo al estudio denominado «Atención integral del consumo de drogas en los centros de trabajo» -elaborado por los CIJ en coordinación con la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación delegación Zacatecas, en el último lustro creció 29 por ciento el consumo de drogas entre los trabajadores (18-65 años).

Ese estudio presentado en el año 2015 señala que el 95 por ciento de los accidentes de trabajo se deben a una intoxicación de alcohol u otras drogas.

Tras expresar que en Zacatecas es muy común el ausentismo laboral por estas causas, Pedro Rodríguez comentó: «Normalmente el trabajador se embriaga todo el fin de semana y normalmente el lunes se ausenta o baja su productividad».

EN INCREMENTO MUJERES QUE BEBEN

Las estadísticas de pacientes de los Centros de Integración Juvenil también hablan de un claro incremento en el porcentaje de consumidoras. Hasta hace poco más de una década, por cada cinco hombres bebedores había una mujer; hoy la proporción es de una mujer por cada dos varones.

La información de la Secretaría de Salud es similar: a nivel estatal una tercera parte de los consumidores son mujeres, sin embargo esa proporción se eleva en las ciudades.

El titular del programa de Adicciones de la SSZ, Iván Torres señala que en los municipios de Zacatecas, Guadalupe y Fresnillo, es prácticamente igual el número de consumidores en ambos sexos.

«Hoy las mujeres han avanzado en la sociedad en aspectos positivos como lo es la apertura laboral, pero también en aspectos negativos como el gusto por las bebidas embriagantes», comentó el funcionario.

«El estrés laboral se asocia mucho al consumo de sustancias, además las mujeres trabajadores dicen: si el hombre consume, yo también puedo hacerlo en la misma medida».

Sin embargo, Ivan Torres recalca que las mujeres son más afectadas porque, a pesar de llegar a beber las mismas cantidades de alcohol, el cuerpo de un hombre tiene una mayor resistencia a los efectos inmediatos y progresivos de la droga.