Tres o cuatro años atrás, Guillermo M. había llegado al Grupo Distrito Federal, ubicado por aquellos entonces en un modesto edificio de oficinas en la calle Ignacio Mariscal, en la colonia Tabacalera, a un lado del edificio de la Lotería Nacional, que sesionaba como todos los grupos existentes en aquellas fechas una hora y media diaria o cada tercer día. Su primer padrino, según sus palabras, fue un compañero de nombre Julián, y posteriormente Fernando H.

Un día la administración del edificio les comunicó que no podían permanecer abiertos después de las nueve de la noche. Como el grupo iniciaba sus sesiones a las ocho, esto reducía el funcionamiento a una hora escasa, a todas luces insuficiente. Ante tal situación, Guillermo M. sugirió a su padrino, y éste a su vez a otros compañeros, que podrían alquilar un local sin ningún tipo de restricciones en el cuarto piso de un edificio ubicado en la calle Hamburgo, casi esquina con Insurgentes. La propuesta entusiasmó a ocho o nueve compañeros y fue aceptada a regañadientes por el resto de militantes del grupo. Por cierto, entre todos no sumaban más de quince.

El problema del horario se resolvió, pero Guillermo M. ya había alquilado el local de la calle Hamburgo, por lo que parte del Grupo Distrito Federal se convirtió en el Grupo Hamburgo. Entre los que siguieron a Guillermo M. se encontraban Julián, Fernando H., Carmelo, Héctor S., etc. Los primeros militantes no alcanzaban a ser más de diez.

A este grupo tuve la oportunidad de llegar tres años después, precisamente, al momento en que se me transmitió el mensaje de Alcohólicos Anónimos por el compañero Guillermo M.

En el Grupo Hamburgo nacieron las juntas conocidas con el nombre de “maratones”: sesiones sin límite de tiempo que se originaron por la necesidad de comunicación catártica que tenía Guillermo M., y después, por la misma necesidad del resto de los compañeros y su entusiasmo ante esta oportunidad de participar en este tipo de juntas sanativas.

Este antecedente sirvió seguramente para que Guillermo M. madurara la idea del primer Grupo 24 Horas de Alcohólicos Anónimos: el Grupo Condesa.

 

Virgilio A., Semblanza del Grupo 24 Horas Condesa