XXXVII Aniversario del Movimiento Internacional 24 Horas de Alcohólicos Anónimos (5)

El Movimiento 24 Horas de Alcohólicos Anónimos ha aportado la catarsis y el apadrinaje a la recuperación del enfermo alcohólico. En esa historia se ha ido conformando una verdadera hermandad, y en ella tienen cabida los movimientos emocionales de todo tipo. Pero existe una necesidad común que nos lleva a la comprensión mutua: la de no volver a beber. Nuestra amistad nace en el nivel del sufrimiento y de la comunión emocional y espiritual, por eso poseemos el don para tocar las fibras adecuadas en otro enfermo alcohólico que quiere dejar de beber.

No se equivocó Bill cuando imaginó la reacción en cadena que podría surgir entre los alcohólicos. Cuando cada quien pasara el mensaje y los principios al siguiente enfermo, el efecto sería constante y sucesivo. Esto es lo que ha sucedido con nuestro Movimiento. Los hechos aquí consignados son mi percepción personal y humana.

Por mi parte, no me resta sino agradecer a aquel que me transmitió el mensaje de Alcohólicos Anónimos, que sembró en mí la semilla del servicio y que, sobre todo, tuvo la idea de abrir un Grupo 24 Horas de Alcohólicos Anónimos que sesionaría ininterrumpidamente, a mis compañeros Guillermo L., Raúl G., Víctor C., Enrique A. y Macario R. por su comprensión y cariño, así como a tantos y tantos más, servidores y compañeros del Movimiento Internacional 24 Horas de Alcohólicos Anónimos.

Amor y servicio, la transmisión del mensaje como seguro de vida.

La atracción más que la coacción, y la fe ante la evidencia de los hechos.

¡Que Dios les bendiga!

Virgilio A., XXXVII Aniversario del Grupo Matriz