Grupo 24 Horas Condesa, llamado Matriz (4)

El servicio de recepción es precisamente la primera experiencia al traspasar las puertas de un Grupo 24 Horas de Alcohólicos Anónimos, la transmisión del mensaje de los compañeros encargados del servicio para intentar hacer conciencia en la persona que se acerca a través de su historial, para aclarar sus dudas y para comentar lo que sentían en sus borracheras y sus sufrimientos, omitiendo el “anecdotario del borracho”.

La segunda experiencia importante es que el “candidato” pase a la sala de juntas. Cuando el coordinador pregunta si hay alguna persona que venga por primera vez, la persona que se acerca a pedir información se levanta y se le otorga un aplauso de bienvenida; posteriormente escuchará las experiencias de los compañeros en recuperación a nivel tribuna. Después de esa primera junta, todos estarán en disposición de aclararle cualquier duda y de seguir brindándole información. De esta manera, el nuevo podrá tener las mismas oportunidades de salvar la vida que hemos tenido todos.

El nuevo asistirá a un número indeterminado de sesiones, siempre cuidado por los demás compañeros. Posteriormente, se le sugiere escoger un padrino, un compañero de mayor tiempo con el que encuentre reflejo, a fin de que le solicite que lo guíe durante su recuperación.

El apadrinamiento es una de las aportaciones más valiosas del Movimiento Internacional 24 Horas de Alcohólicos Anónimos para la recuperación del enfermo alcohólico. El padrino cuida de su ahijado como de su propia vida, porque en la recuperación de éste se encuentra fincada la recuperación de aquél.

Se trata de un verdadero guía que lo conduce de la mano a través del proceso accidentado de la recuperación, vive con el ahijado todas sus experiencias, trabaja verdaderamente con él y si algo sabe el padrino es trabajar con el sufrimiento de otro ser humano. Lo conoce a través de su propio sufrimiento, sabe lo que está pasando su ahijado. A fin de cuentas, los alcohólicos somos fotocopias, reaccionamos de la misma manera, sufrimos de la misma forma y enfrentamos los mismos problemas emocionales.

Virgilio A., Repasando nuestra recuperación