“Me senté en una silla e hice la cuenta, la cuenta personal:
“1. Juana B. me ofreció más que apadrinamiento. Me ofreció su amistad. No tenía que hacerlo, pero lo hacía porque le gusto, tiene fe en mí y se preocupa por mí.
“2. Elena M. está orgullosa de mí, se toma la molestia de hablar conmigo en las reuniones. Me invitó a la boda de su hija. Nadie ha tenido nunca conmigo tan delicadas atenciones. E iré.
“3. Rosa D. y yo nos estamos haciendo muy amigas.
“4. Víctor B. me dice: ‘Sigue haciendo el buen trabajo’, y me estrecha la mano.
“5. Carlos M. dice que tengo A.A.
“6. Alejandro V. se deshace por brindarme ánimo en las reuniones y me tiene verdadero afecto.
“7. Margarita B. me invitó a compartir su casa.
“8. A Juan H. le gusta pasar el tiempo conmigo.
“9. Francesca P. y Eugenio R. con el paso de tiempo serán mis amigos.
“10. Tengo la oportunidad de hacer realidad un sueño de Juana. Esta bendición debe colocarse en segundo lugar de esta lista. Puedo volver a la Prisión para Mujeres como oradora, madrina y ejemplo, y ayudar a las muchachas allí y contribuir a compensar a Juana por las penas y dolores que ha soportado los últimos tres años.
“11. Después de tres semanas en mi nuevo empleo, me ascendieron. Hago un buen trabajo allí.
“12. Soy muy trabajadora y, en mi día libre, me levanté temprano y fui a tratar de ayudar a Juana B.
“13. He asistido a tres, cuatro o cinco reuniones cada semana en seis diferentes grupos de A.A. para captar así el mensaje lo mejor posible y ser un miembro eficaz y devolver lo que se me ha dado.
“14. Ahora sé lo que es el amor cristiano entre personas. Había oído habla acerca de ello muchas veces, pero no podía creer en tal cosa. Ahora conozco este amor.
“15. He practicado los primeros siete de los doce pasos y dejo a Dios, como yo lo concibo, que disponga de mi vida como más le complazca. Está haciendo un buen trabajo.
“16. Estoy contenta de vivir en una sola habitación. Mi felicidad tiene poco que ver con mis posesiones materiales.
“Esta es la lista de lo mejor que me ha sucedido desde que fui puesta en libertad hace un mes. ¿Cómo podría esperar más u ocuparme de más de lo que ahora tengo?
“Antes de empezar a escribir esta carta, fui a buscar mi pijama. De repente dije: ‘Padre, cuídame. Ayúdame a hacer lo que Tú quieres que haga’. Juanita, lo hizo.
Alcohólicos Anónimos, A. A. en prisiones: de preso a preso.