Para muchos de nosotros, cuando nos acercamos a las puertas del Grupo 24 Horas de A.A. pidiendo ayuda, amanecer simplemente un día más, sólo eso, soportar sólo otro día de sufrimiento, parecía tarea imposible.
El día de hoy, gracias a la ayuda de todos mis compañeros, y al cuidado y protección del Poder Superior (tal como cada quien lo conciba) que se manifiesta en la conciencia de nuestros grupos, me siento con ilusión, fuerza, ánimo, disposición y buena voluntad para encarar un nuevo año, 24 horas a 24 horas, a vuestro lado.
¡Y eso es un auténtico milagro!
¿Que no se dan las gracias? ¡Claro que dan! ¡Pero con hechos, con actitudes…!
Por eso me creo con derecho a deciros: «¡Gracias!»
¡Que dios os bendiga a todos!
¡Feliz año nuevo!
Movimiento Internacional 24 Horas de A.A.