Un día en una reunión de Alcohólicos Anónimos hice la observación de que yo me sentía sencillamente satisfecho con el programa de A.A.; bueno, de todo menos de su lado espiritual. Después de la reunión, otro miembro se me acercó y me dijo: «Me gustó la observación acerca de cómo usted amaba el programa, todo, menos su parte espiritual. Disponemos aún de un poco de tiempo. ¿Por qué no hablamos acerca del  otro  lado del programa?» Esto hizo terminar la conversación.

Alcohólicos Anónimos, Llegamos a creer… (Cap. 1: “¿Espiritual?”)