La historia del Movimiento Internacional 24 Horas de Alcohólicos Anónimos, escrita en realidad por cada uno de sus protagonistas, enfermos alcohólicos en recuperación, nos hace recordar que lo que hoy observamos en un Auditorio Nacional repleto, compañeros y familiares felices, es muy diferente a la historia individual y colectiva que podemos narrar en las fechas previas y los inicios del primer Grupo 24 Horas, el Grupo Condesa, también llamado Matriz. Seguramente cada uno de los enfermos alcohólicos en recuperación tiene su propia visión. Lo cierto es que años antes de su apertura, había pocas posibilidades para el enfermo alcohólico de recuperarse y salvar la vida.
El alcoholismo no era considerado una enfermedad; los médicos se negaban a aceptar que lo fuera; la sociedad era indiferente hacia un problema que la afectaba ya de manera seria, e incluso los familiares del enfermo alcohólico ignoraban que el alcoholismo fuera un problema de salud. Estamos hablando de la década de los setenta. Claro que existían grupos tradiciones de Alcohólicos Anónimos que cumplían su cometido, pero no existía la transmisión del mensaje que se requería, simple y sencillamente porque en una interpretación equivocada se privilegiaba el anonimato como escudo y como pretexto.
El día de hoy, nosotros los enfermos alcohólicos en recuperación tenemos una conciencia cierta de que el alcoholismo es una enfermedad progresiva, incurable y mortal. De hecho desde 1956 había sido declarado así por la Organización Mundial de la Salud, reunida en Ginebra, Suiza.
Virgilio A., XXXVII Aniversario Grupo Matriz