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 “Aunque sabían que tenían que ayudar a otros alcohólicos para permanecer sobrios, este motivo se volvió secundario. Fue superado por la felicidad que encontraron en darse a otros” (Alcohólicos Anónimos, Alcohólicos Anónimos)

Para mí, estas palabras se refieren a una transferencia de poder, a través del cual, Dios, como yo lo concibo, entra en mi vida. Con la oración y la meditación, abro canales y luego establezco y mejoro mi contacto consciente con Dios. Entonces, por la acción recibo el poder que necesito para mantener mi sobriedad cada día. Manteniendo mi condición espiritual, dando a otros lo que tan gratuitamente se me ha dado a mí, se me concede el indulto diario.

 

Alcohólicos Anónimos, Reflexiones diarias