Cada persona que se acerca a un Grupo 24 Horas de A.A. para intentar dejar de beber es siempre un motivo de alegría para todos y cada uno de nosotros, independientemente del tiempo que cada quien tenga viviendo su recuperación personal. El nuevo, ese enfermo alcohólico que inseguro y muchas veces tembloroso (otras, con desplantes retadores, por su temor e inseguridad) llega a nuestras puertas pidiendo ayuda, en ocasiones una ayuda que incluso cree que no va a recibir, constituye una inyección de “sangre renovadora” para el grupo, una excelente ocasión para cada uno de nosotros de “dar lo que tan bondadosamente hemos recibido”, la oportunidad única y difícilmente reeemplazable de dejar de beber por las 24 horas del día de hoy al intentar ayudar a otro enfermo alcohólico a dejar de beber, base del programa de Alcohólicos Anónimos.
Posiblemente sea el cuidado y la atención a ese nuevo la herramienta más efectiva para superar la obsesión por beber o las crisis en nuestra estabilidad emocional. En primer lugar, nos permite limar una parte importante de nuestro egoísmo descoyuntado para dedicar un poco de tiempo y esfuerzo a la persona que se acerca sufriendo y sumido en la desesperación y la desesperanza.
Además, nos permite recordar las condiciones tan lamentables y de tan profundo autoengaño en que cada uno, con el corazón en la mano y el sufrimiento en los ojos, se acercó a un Grupo 24 Horas. Y cuando una de las características de la enfermedad del alcoholismo es el intenso autoengaño, cuando la defensa más típica de esta cruel enfermedad es el olvido del sufrimiento padecido y la visión distorsionada de la realidad que cada quien ha vivido, qué mejor remedio que enfrentar esa realidad en la de otro enfermo alcohólico, para quien posiblemente su única oportunidad de salvar la vida sea que encuentre el puente de compresión con los enfermos alcohólicos que le recibirán, le brindarán la bienvenida o le acompañarán en sus primeras horas de recuperación.
Movimiento Internacional 24 Horas de Alcohólicos Anónimos
Así es a mi me hace recordar como llegue por primera vez a AA, y me mentaliza de que no se me debe olvidar en que estado llegue, lleno de soberbia, orgullo desplantes de supuesta inteligencia, en fin totalmente derrotado y no saber que hacer, Hasta que ustedes me infiltraron el programa y solo por hoy no he bebido. felices 24 horas.