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El plan de un día

 “Al despertar, pensemos en las 24 horas que tenemos por delante. Consideremos nuestros planes para el día. Antes de empezar, le pedimos a Dios, tal como cada quien lo conciba, que dirija nuestro pensamiento, pidiendo especialmente que esté disociado de motivos de autoconmiseración, falta de honradez y de egoísmo” (Alcohólicos Anónimos, Alcohólicos Anónimos).

Todos los días le pido a Dios, tal como yo lo concibo, que encienda en mí el fuego de su amor, para que ese amor brillante y claro, ilumine mi pensamiento y me permita cumplir mejor con su voluntad. Durante todo el día, según dejo que las circunstancias interiores me desanimen, le pido a Dios que grabe en mi mente la conciencia de que puedo volver a empezar el día cuando desee; cien veces si es necesario.

 

Alcohólicos Anónimos, Reflexiones diarias