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No podemos lograr la sobriedad sólo con el pensamiento

 “Al hombre o mujer intelectualmente autosuficiente muchos A.A. les pueden decir: ‘Sí, nosotros éramos como vosotros, demasiado listos para nuestro propio bien… Seguramente creíamos que podíamos flotar por encima de los demás sólo por medio del poder de la inteligencia’” (Bill W., Tal como lo ve Bill).

Ni el más brillante cerebro puede defendernos contra la enfermedad del alcoholismo. No puedo lograr mi sobriedad con el solo poder de mi pensamiento. Trato de tener presente que la inteligencia es un atributo dado por Dios, como cada quien lo conciba, que puedo aprovechar: una felicidad, como tener dotes para el baile o el dibujo o la carpintería. No hace que yo sea mejor que otra persona, y no es un instrumento de recuperación en que se pueda confiar mucho, porque es un poder superior a mí mismo el que me devolverá el sano juicio, y no un alto cociente de inteligencia ni un título de la universidad.

 Alcohólicos Anónimos, Reflexiones diarias