Empecé a beber a los 16 años, y ya entonces lo hacía de forma diferente a los demás. Con el tiempo me separé de mis amigos, progresaba mi manera de beber: borracheras continuas, me volvía agresivo, violento, y después no recordaba casi nada.

Las personas cercanas se cansaron de mis actitudes y comportamientos, y me abandonaron. La convivencia era imposible; las depresiones y recaídas, frecuentes. Perdí buenas oportunidades laborales. Experimenté frecuentes fugas geográficas por España y Europa: el problema era “la gente que me rodeaba”, “la zona turística que no me gustaba” o “las broncas jurídicas que no podía afrontar”. Huía por miedo, sin darme cuenta de que el verdadero problema siempre me acompañaba: mi propio yo. No podía vivir sin beber, necesitaba el alcohol para cualquier acto y en cualquier momento.

Mi padre murió muy joven, hoy sé que era enfermo alcohólico. Yo hacía caso omiso a las personas que querían ayudarme; les contestaba que podía dejar de beber cuando quisiera y que al fin y al cabo bebía con mi dinero.

A los 31 años alcancé lo más bajo de la degradación personal: la calle, limosnas en las puertas de los supermercados y donde podía, hospitalizaciones continuas por caídas y peleas, problemas judiciales y físicos… La vida era un infierno, lo veía todo negro, no quería seguir viviendo, pero en cambio seguía castigándome con el alcohol.

Finalmente me rendí, e hice caso a un agente judicial: “Prueba ahí, te irá bien cambiar de vida”. Y así llegué a Alcohólicos Anónimos, donde me aseguraron que no estaría solo, que la guerra había terminado. Escuché a unas personas que por un momento pensé que hablaban de mí, que me brindaron un aplauso de bienvenida y me abrazaron. No me dejaron solo en ningún momento, me comprendían. Incluso me ofrecieron un lugar donde vivir, lo que considero hoy mi casa y mi familia.

Creo que existe una vida mejor. Hoy disfruto de algo que siempre estuvo ahí y que no quería ver. Mis problemas están empezando a solucionarse desde que llegué a A.A.

 

Movimiento Internacional 24 Horas de Alcohólicos Anónimos