… Y perdonar

 “Bajo circunstancias muy difíciles, repetidas veces he tenido que disculpar a otras personas –y a mí mismo” (Bill W., Cómo lo ve Bill).

El perdón a sí mismo y el perdón a otros son solamente dos corrientes del mismo río, ambas obstaculizadas o detenidas completamente por la represa de los resentimientos. Una vez que se abre la represa, ambas corrientes pueden fluir. Los pasos de A.A. me hacen posible ver cómo se han ido acumulando mis resentimientos, cortando así ese flujo en mi vida. Facilitan el medio por el cual mis resentimientos –por la gracia de Dios, como yo lo concibo– pueden ser levantados.

 Alcohólicos Anónimos, Reflexiones diarias