Estar dispuesto a crecer

 “Si hemos de recibir más dones, nuestro despertar tiene que continuar” (Bill W., Como lo ve Bill)

La sobriedad llena el doloroso “vacío del alma” que ocasionó mi alcoholismo. A menudo, me siento tan bien físicamente que me parece que mi trabajo ha terminado. Sin embargo, la alegría no es sólo la ausencia de dolor; es el don de un continuo despertar espiritual. La alegría viene de un estudio progresivo y activo, así como de la aplicación de los principios de recuperación en mi vida diaria y de compartir esa experiencia con oros. Mi Poder Superior, tal como yo lo concibo, me presenta muchas oportunidades para un más profundo despertar espiritual. No tengo que hacer más que poner en mi recuperación la disposición para crecer. Hoy, estoy listo para crecer.

Alcohólicos Anónimos, Reflexiones diarias