Pensamiento del día

Para captar el programa de Alcohólicos Anónimos, tenemos que pensar abiertamente en las cosas. San Pablo, santo católico, afirmó: “Están transformados por su regeneración espiritual”. Tenemos que aprender a pensar correctamente. Tenemos que cambiar del pensamiento alcohólico al pensamiento sobrio. Tenemos que erigir una nueva forma de contemplar las cosas. Antes de que llegásemos a A.A., necesitábamos una vida artificial de estímulo y de todo lo que acompaña a la bebida. Esa clase de vida nos parecía normal en ese tiempo. Pero cuando ahora miramos hacia atrás, aquella vida señala exactamente lo opuesto a lo normal. En realidad, aparece como lo más anormal. Tenemos que reeducar nuestras mentes. ¿Estoy cambiando de pensamiento anormal a pensamiento normal?

Alcohólicos Anónimos, El pensamiento del día

Reflexión del día

Nos hemos acercado a las puertas de A.A. después de haber “tocado fondo”. El alcohol, aquel cómplice de los inicios, nos ha vuelto la espalda y se ha transformado en un enemigo implacable, de quien es imposible huir. Nuestra vida, a las gradas de la locura y de la muerte, se ha convertido en un infierno. En una primera selección, sólo aquellos que intentamos mantener viva la realidad de ese fondo podremos dejar de beber, con la ayuda de los compañeros que nos recibieron. A partir de ahí nos encontramos, de forma consciente o incluso inconsciente, ante una de las más importantes decisiones de nuestra vida. Podemos limitarnos a “transitar” por A.A:, reduciendo nuestra recuperación a un “juego”, el de ser alcohólico anónimo: conciencia nula, cambio superficial, presencia puntual y sin la más mínima derrota, pretendiendo usar los principios espirituales del programa en la satisfacción de nuestros deseos egoístas. También podemos vivir plena e intensamente el progama que nos brinda Alcohólicos Anónimos, buscar de lleno un cambio auténtico de manera de ser, pensar y actuar, lo que permite un cierto grado de madurez y fortaleza. En el primer caso, la obsesión, prácticamente permanente, permanecerá soterrada, y nuestra sobriedad, si acaso logramos alguna, será frágil y a merced siempre del más mínimo contratiempo o dificultad. En el segundo se hace realidad la promesa que a todos nos hicieron cuando llegamos a A.A.: “una nueva vida, útil y feliz”. Es mucho lo que está en juego. Cuando has vivido el infierno del alcoholismo, cuando has tocado fondo, sabes que te estás jugando la vida. La decisión es personal, depende única y exclusivamente de cada uno de nosotros.

Movimiento Internacional 24 Horas de Alcohólicos Anónimos