Nunca pude imaginar que mi llegada a un Grupo 24 Horas de Alcohólicos Anónimas iba a permitirme desarrollar la capacidad de reconocer mis propios errores y adquirir la fuerza necesaria parar vivir sin necesidad que beber una copa.

A lo largo de mi vida, siempre perseguí encontrarme en paz y no intentar imponer mis opiniones a los amigos, familiares, compañeros de trabajo etc. Aquí en el Grupo 24 Horas practico la auténtica libertad de expresión y el respeto a la opinión de los demás.

Mi alcoholismo bloqueó mi capacidad de respetarme y respetar a los demás. Hoy intento recuperar ese respeto.

 

Movimiento Internacional 24 Horas de Alcohólicos Anónimos