Mi nombre es Francisco Javier, soy enfermo alcohólico, y llegué al Grupo 24 Horas de Alcohólicos Anónimos con 44 años, tras una vida plagada de mentiras y engaños, cada vez más encadenado a la botella, después de destruir todo aquello que tocaba y al borde de que todos los míos, aquéllos a quienes decía más querer, me dejasen de lado pidiendo a gritos silenciosos que alguien me ayudara.

Un día fui descubierto y acorralado. Prácticamente me obligaron a acudir a un centro de desintoxicación. Tras la experiencia de una fugaz temporada en un grupo de Alcohólicos Anónimos “de hora y media”, desahuciado y sin nada que perder, me encontré casi por casualidad en la puerta del Grupo 24 Horas de A.A, sin ningún tipo de esperanza.

Allí, un puñado de ex borrachos me relataron el libro de mis propias experiencias. Aún no sé por qué permanezco todavía aquí, sin beber. Quizás sea por miedo, quizás por obligación, quizás… ¿yo qué sé? El caso es que sigo vivo, y ni siquiera sé por qué.

 

Movimiento Internacional 24 Horas de Alcohólicos Anónimos