Alcohólicos Anónimos y los jóvenes:

¿Cómo evitamos beber?

Vamos a las reuniones de Alcohólicos Anónimos con tanta frecuencia como podemos. Allí escuchamos historias personales [de miembros jóvenes como nosotros]. Tras escuchar las historias, nos damos cuenta de que nuestro caso no es único, que otros han pasado por muchas de las experiencias que nosotros hemos pasado. Aprendemos a no comparar los hechos superficiales de nuestra historia con los que escuchamos, sino a identificarnos con los sentimientos de los que hablan. En muchas comunidades hay grupos de gente joven y así no nos sentiremos diferentes.

También leemos literatura de Alcohólicos Anónimos como por ejemplo el folleto Los jóvenes y A.A., y otros dos folletos para los jóvenes y el libro Viviendo sobrio.

Nos transformamos gradualmente, día a día. Ayudamos a otros alcohólicos. Y ayudándoles, nos mantenemos sobrios, cuerdos y felices. Hemos encontrado la verdadera libertad por primera vez en nuestra vida. Porque hemos escapado de la sombría prisión del beber alcohólico que nos iba sofocando. Ahora nos encontramos libres para descubrir quiénes somos, quiénes esperamos llegar a ser, quiénes estábamos destinados a ser.

Alcohólicos Anónimos, Los jóvenes y A.A.